Es indiscutible que la combinación de dos tecnologías disruptivas solo puede conducir a un mundo de posibilidades inimaginables. El 3D ha logrado un gran progreso en la disponibilidad de bioproductos funcionales al tiempo que avanzó en la producción de nuevos modelos de ensayo para pronosticar los efectos de los fármacos en los seres humanos. Sin embargo, los desafíos en las diversas etapas del flujo de trabajo de bioimpresión 3D presentan oportunidades interesantes para la IA.
En primer lugar, el material biodegradable utilizado para mantener la forma del tejido impreso puede provocar una respuesta inmune y causar toxicidad celular. Por suerte, tenemos sistemas inmunes artificiales que imitan la respuesta inmunitaria humana. Los sistemas inmunológicos artificiales pueden detectar cualquier anomalía o respuesta inmunológica intrusiva, provocada por el tejido, cuando se implanta en el cuerpo humano. La IA también puede predecir los resultados de las diversas aplicaciones de las impresiones 3D antes de su uso; esto reducirá las tasas de fracaso en los ensayos clínicos.
Aún así, en cuanto a la biocompatibilidad, la IA puede ofrecer sugerencias sobre los mejores parámetros de impresión posibles necesarios para producir un tejido que sea biocompatible con la composición fisiológica de un paciente, mediante el análisis de datos y la identificación de patrones en cada etapa del proceso de bioimpresión 3D.
En segundo lugar, la mayoría de los procesos de bioimpresión en 3D no se escalan de manera eficiente debido al daño celular durante el proceso de bioimpresión. El daño celular afecta las interacciones celulares. Por lo tanto, existe la necesidad de predecir el esfuerzo máximo que una célula puede soportar y sin alterar su potencial fisiológico. Al ajustar con precisión todos los parámetros de bioimpresión, la IA puede acelerar el tiempo de impresión, aumentar la resolución y eliminar el riesgo de contaminación de las células.
El futuro de la IA en la impresión 3D ofrece oportunidades interesantes para que los expertos en IA, los ingenieros y los investigadores médicos colaboren poniendo en valor su experiencia.
Generar big data y crear bases de datos es esencial para que la bioimpresión 3D aproveche por completo la ventaja de la IA.
Tres expertos en la materia hablarán sobre todo esto:
- Gema Jiménez González: Universidad de Granada
- Fernando de la Portilla: Responsable de la Unidad de Coloproctología del Hospital Universitario Virgen del Rocío
- Manuel Figueruela– Director Ejecutivo de Regemat 3D